En LFI, estamos convencidos de que el enfoque AI-first no es una opción: es la base sobre la cual debe construirse toda estrategia moderna de marketing. La inteligencia artificial ya no es solo una herramienta más dentro del stack Martech. Hoy, debe ser el eje desde el cual se diseñan las campañas, se automatizan los flujos y se toman decisiones en tiempo real.

En nuestros proyectos, esto significa integrar IA desde el diseño de experiencia hasta la automatización de procesos. Por ejemplo, utilizamos plataformas como Sitefinity 15, que ya incorpora capacidades de personalización y optimización automatizadas, integradas nativamente con herramientas de IA. También desarrollamos flujos conversacionales con Chatfuel, que permiten activar experiencias personalizadas y dinámicas desde canales como WhatsApp o Messenger, sin intervención humana.

Además, conectamos todo ese ecosistema con soluciones como Zapier, que nos permite automatizar tareas repetitivas y conectar sistemas dispares en segundos, asegurando que los datos fluyan sin fricción entre herramientas, plataformas de CRM y sistemas de BI.

El enfoque AI-first no se trata de añadir un plugin de IA a una solución ya existente. Se trata de diseñar cada parte del sistema —desde el lead scoring hasta la creación de contenido o la distribución en medios— con inteligencia artificial en el centro. Y eso es exactamente lo que hacemos en LFI con nuestros clientes en toda América Latina.

El marketing está cambiando, y rápido. Las marcas que no adopten un modelo AI-first estarán compitiendo en desventaja frente a aquellas que, como las que trabajan con LFI, ya lo están aplicando hoy.